Esta singular obra del amigo Pablo Palacio queda modernizada, con sus párrafos y letras capitulares mejoradas o implementadas. Sigue sin entenderse, pero eso no es culpa mía. De esta obra hay ahora un tipo de formato, en del texto en una caja, que tuve que inventar para esta obra, y que no he vuelto a usar más, pero que sigo guardando «por si las moscas». También me ocurrió la peculiaridad de que que estaba yo convencido de que la portada era de Egon Schiele, pero es del señor Inteligencia Artificial (instruido para inspirarse en Shciele, claro).